El círculo de la actitud y los resultados vive en dos mundos simultáneamente.
En el mundo exterior está lo que queremos manifestar (tangible, visible, etc).
Y en nuestro mundo interior la actitud, la cual podemos controlar completamente.
Cuando nos encontramos atrapados en un círculo de pensamientos negativos y resultados indeseados, la forma más fácil de escapar es por el canal de la actitud.
Las personas pesimistas desperdician mucha energía quejándose, criticando y juzgando. Como una lámpara incandescente, que calienta mucho pero ilumina poco.
La actitud constructiva es sostenible en el largo plazo, permite mantener buenos resultados, genera nuevas oportunidades y motiva a los demás.