En 2020 Marques Brownlee le preguntó a Craig Federighi, líder de software de Apple, por qué es que el iPad todavía no tiene una calculadora propia, el respondió «Queremos hacerlo cuando podamos hacerlo realmente muy bien».
Muchos cuestionamos esta declaración y nos preguntamos ¿Qué tan genial puede ser una calculadora? ¿Qué tan difícil puede ser llevar al iPad la misma calculadora que existe en el iPhone desde la primera generación?
Hace unos días, en la conferencia anual de desarrolladores WWDC, 14 años después del lanzamiento del primer iPad, finalmente Apple presentó la calculadora nativa que va a estar disponible con el nuevo sistema operativo. Gracias al poder de la inteligencia artificial, la calculadora entiende la escritura manual de ecuaciones y permite editar valores y variables actualizando los resultados en tiempo real.
Algunas decisiones pueden ser cuestionables. No se si esta fue la idea que tuvo Apple desde un principio para la calculadora del iPad, si es que necesitaban desarrollar las tecnologías necesarias o si simplemente no fue una prioridad hasta el momento. Pero hay algo que me queda muy claro, nuevamente, lo hicieron a su manera, al estilo Apple.
Respeto y en parte me identifico con esa filosofía de trabajo.
En el acierto o en el error, confiar en una visión y estar dispuesto a dedicarle el tiempo y esfuerzo que sea necesario es lo que produce el mejor resultado posible.
Para mi es importante actuar acorde a mis principios. Ser el primero sin duda tiene sus ventajas, pero vivir compitiendo con los demás no es un camino que me interese demasiado.
Lo bueno perdura en el tiempo. En el mejor de los casos, me gustaría aportar algo que trascienda épocas, modas y culturas.
El artista que hay en mí se obsesiona con los detalles y piensa en la estética y la belleza, pero mi lado pragmático intenta no perder de vista la funcionalidad.