Dos tipos de frustración

Impotencia

Cuando uno desea que una situación cambie pero no tiene control total sobre esa situación.

Ejemplos: Lo que hacen otras personas, el cambio climático, la trayectoria de un cometa.

Parálisis

Cuando uno es el único capaz de cambiar una situación pero por el motivo que sea no lo hace.

Ejemplos: Tu actitud, tus pensamientos, tus acciones.

La impotencia y la parálisis generan frustración, ya sea porque no podemos o no queremos cambiar.

Aceptar aquello que no controlamos es el primer paso para superar la frustración por impotencia.

Ser responsables de nosotros mismos es el primer paso para superar la frustración por la parálisis.

Algunas situaciones pueden ser una combinación de impotencia y parálisis, en esos casos, la clave para disolver la frustración es identificar que podemos controlar y que no.

Esta publicación no tiene validez médica.