En la nada está todo

Este enero debe ser el más productivo que he tenido en los últimos cinco o diez años.

Me lo estoy tomando con calma, pero aun así no estoy conforme, no alcanza, no dejo de pensar en lo que quiero hacer y no estoy pudiendo, en quien quiero ser y todavía no soy. Quiero agregar un poquito más, aprovechar cada segundo de este verano que se va por la ventana.

Creo que ese es el problema. Ver la vida como una fuerza imparable. Hay una incomodidad constante, una molestia, una especie de pánico existencial.

¿Qué busco, qué quiero alcanzar? ¿Lo reconocería si lo tuviera? ¿Se puede tener?

Cuando me detengo y hago silencio llego a escuchar la verdad.

Soy el que soy. No importa lo que haga o deje de hacer.

En la nada está todo.