Más allá del perfeccionismo

3 fases del perfeccionismo

  1. Parálisis. Vivir soñando o planificando hacer algo pero no poder ni siquiera empezar. Sentirse intimidado por la tarea. La única forma de preservar la perfección es mantenerla en el campo mental. El perfeccionismo es un problema de expectativas.
  2. Empezar algo pero mejorarlo indefinidamente sin darlo por terminado. Volver a empezar una y otra vez, no avanzar, corregir y cambiar sobre la marcha, dar vueltas en círculo. Esta fase suele generar frustración y sufrimiento por no poder alcanzar ese ideal imaginado.
  3. Tomarse demasiado tiempo para completar un trabajo o tarea. Ocupar todo el tiempo disponible en el intento por hacer lo mejor posible. Concluir solo por obligación y sin estar conforme del trabajo realizado. Este tipo de perfeccionista logra terminar lo que empieza pero lo hace a un precio muy alto. Desperdicia tiempo y energía. No logra disfrutar los procesos y ciclos de aprendizaje. Al igual que las fases anteriores, sigue enfocado en resultados y expectativas irreales.

Dice Julia Cameron:

«El perfeccionismo no es una búsqueda de lo mejor. Es la persecución de lo peor en nosotros mismos, esa parte que nos dice que nada de lo que hagamos será nunca lo bastante bueno, que deberíamos intentarlo otra vez».

Ejercicio

Sin pensar demasiado tomate 10 minutos para contestar estas preguntas:

¿En qué estoy siendo perfeccionista?
¿Cómo me afecta el perfeccionismo en mi vida?
¿De donde surge mi perfeccionismo?
¿Cómo me gustaría ser o hacer?
¿Qué tendría que aprender sobre mí para superar el perfeccionismo?
¿Qué tendría que aceptar sobre mi y sobre el mundo?
¿Qué estoy priorizando hoy?
¿Qué quiero empezar a priorizar a partir de ahora?
¿Qué voy a lograr superando el perfeccionismo?

Consejos

  • Dejar de identificarnos con los logramos. No somos nuestro trabajo ni nuestro arte, somos personas que trabajan y que hacen arte. Cada proyecto es lo mejor que pudimos hacer en ese momento, no es lo que somos como personas.
  • Soltar la necesidad de control. Aceptar la incertidumbre y el misterio de la vida. Hay cosas que no podemos controlar, negar esos aspectos del proceso creativo es no aprovechar recursos tan útiles como cualquier otra cosa.
  • Aprender a escuchar y confiar más en la intuición. Es el don que nos dio la naturaleza de ver y pensar con el subconsciente. Para mí no es otra cosa que magia. La intuición es una ventaja casi injusta para quien aprende a usarla correctamente.
  • Aprender a apagar la mente lógica. Dejar fluir la creatividad sin pensar. Canalizar la energía de las emociones, expresar sinceramente.
  • Aceptar completamente quienes somos, los recursos y el tiempo que tenemos. Tomar los límites como potenciadores de la creatividad. Marcar tus propios límites y respetarlos. Arreglarte con lo que tengas.
  • Fortalecer la confianza. Trabajar los miedos y las inseguridades. Identificar claramente tus creencias limitantes. Para esto te recomiendo cosas como escribir un diario o cualquier práctica introspectiva, tener sesiones de coaching, hacer terapia, profundizar tu autoconocimiento.
  • Permitirnos el error. Verlo como lo que es, una oportunidad de aprendizaje. Explorar, experimentar, jugar, intentar cosas nuevas, aprender por prueba y error.
  • Entender que una primera versión no es el producto final, es un punto de partida, es la demostración de una idea. Las cosas mejoran cuando repetimos el ciclo entero; idea, acción, resultado, feedback.
  • Disfrutar el proceso. Los resultados no dependen únicamente de nosotros. Somos responsables de nuestras acciones, hábitos y actitudes. Esto es lo que hace la diferencia.
  • No compararnos con los demás. Potenciar lo que nos hace únicos. Conectar con nuestra autenticidad más profunda. Está bien observar y aprender, pero en definitiva, la vida es un traje que se diseña a medida.
  • Descansar, recuperarse, recargar pilas. Relajarse, dar espacio a la inspiración y la contemplación. Conectar con el presente y con el ser. Encontrar paz interior. Aprender a vivir y ser feliz sin la necesidad de ser productivo.
«La mejora continua es mejor que la perfección retrasada».
—Mark Twain

P.D. Fue un placer conversar este tema en el club de expansión de Romi y Caro. Gracias por regalar tanta energía positiva y por ayudarme a mi y a mucha gente a seguir superando el perfeccionismo.