Ayer hice algo que nunca había hecho, me levanté, desayuné y me fui a andar en bicicleta a la rambla. El día estaba hermoso, caluroso y el cielo despejado. Llegué y me senté en el pasto a leer.
Fue una experiencia que abrió mi mente a nuevas posibilidades.
Hice lo mismo que haría en casa, solo que esta vez lo disfruté mucho más.
No es la primera vez que salgo a andar en bicicleta, ni la primera vez que leo al aire libre. El detalle está en que fue un miércoles en “horario laboral”.
Haciendo los ejercicios de El Camino del Artista descubrí cuánto me hacía falta salir de casa. Desde que trabajo part time en proyectos como este y sobre todo de lunes a viernes, me olvido que no tengo que cumplir ningún reglamento y que puedo salir y hacer lo que quiera.
Cada uno de nosotros tiene auto-limitaciones distintas, se requiere un trabajo de introspección para ver cuales son.
«Toma tu vida en tus propias manos y ¿qué sucede? Algo terrible: no hay a quien echarle la culpa»
- Erica Jong