La respuesta corta es que me hacen más mal que bien.
Además de que me llenan la cabeza de negatividad, violencia y estupideces que no me interesan y no me aportan nada, condicionan mi mente a esperar que las cosas sean tan fáciles como navegar en un feed.
Es muy difícil sentarse a leer un libro después de haber estado 30 minutos mirando reels, no quiero imaginarme lo que me costaría escribir este blog, sería imposible.
Así como podemos alimentar el cuerpo con nutrientes y envenenarlo con tóxicos, sucede lo mismo con la mente, hay contenidos y actividades que la fortalecen y otras que la deterioran.
Lo que no se ejercita se atrofia, la voluntad y la capacidad de perseverar en situaciones difíciles requiere práctica. Cada vez que salimos a hacer ejercicio en un día frío reforzamos nuestra capacidad de afrontar dificultades, cada vez que abrimos TikTok, Instagram o Twitter sucede lo contrario, nos volvemos un poco menos tolerantes a la incomodidad, damos un paso hacia atrás.
¿Por qué voy a hacer algo que me cuesta tanto y que además no tiene ningún beneficio inmediato?
El entrenamiento consiste en convencernos una y otra vez de que el esfuerzo que estamos haciendo hoy va a traer un beneficio mucho mayor el día de mañana.
Mi entrenamiento es leer, estudiar o trabajar en mi desarrollo personal, en tu caso puede ser otra cosa. Seas quien seas, estoy seguro que tenés mejores cosas que hacer que caer en un abismo de contenido vacío.
El día tiene 24 horas. Hay unas pocas cosas que son importantes para mi, son los motivos por los que me levanto cada mañana y lo que realmente me hace feliz, para eso, quiero el mayor tiempo posible.
Cualquier cosa que me robe tiempo y no esté alineada con mis prioridades es un obstáculo que quiero eliminar.
Estas son algunas de las razones, quizás las más importantes.
No pretendo convencer a nadie y puede que algún día cambie de opinión, por ahora esto es lo que puedo decir:
- Alimentar y desintoxicar la mente.
- No hacer más difícil lo que ya es.
- Ser intencional con el tiempo.