Revolución

Todo lo bueno que me pasa no es algo que tenga que cuidar como un tesoro que puedo perder en cualquier momento, es algo que tengo que vivir a pleno y disfrutarlo, porque viviéndolo es que aprendo a permitir que siga pasando.

La felicidad y la abundancia también son cuestiones de costumbre, cuestión de qué tan cómodo me siento siendo feliz y que tan dispuesto estoy a aceptarlo, aceptar que sí lo merezco.

La felicidad es un hábito, una serie de decisiones. Es un estado, que puede ser tan permanente como estemos dispuestos a tolerar.

Me cansé de pensar solo en éxito y productividad, como si tuviera que lograr algo para demostrarle a nadie lo que valgo como persona. Me cansé de intentar ser alguien que no quiero ser. Para qué sentarme en el escritorio todo el día fingiendo que hago algo importante cuándo lo único que estoy haciendo es perder el tiempo, trabajando ineficientemente y encontrando mil excusas para evadir la verdad; disfrutar la vida no es tan caro como nos contaron.

Hoy no me voy a mentir, hoy no voy a perseguir un sueño que no es mio. Hoy agarro la bicicleta y me voy a la rambla. Hoy revolución es ser feliz.