Es muy fácil adaptarse a una nueva vida, la novedad muy pronto pasa a ser la norma, la misma rutina de siempre.
El sol sale, cantan pajaritos, pasan unas horas mientras estamos ocupados, cae la noche y el ciclo se repite.
Todos los días son iguales, pero eso no significa que la rutina sea algo malo o que cambiar no tenga sentido.
Sabemos que no podemos depender de la motivación, pero creo que la vida tampoco tiene por qué ser una rueda de hamster.
Dudo que la felicidad sea correr de un éxito a otro ¿Que hacemos mientras tanto? ¿Qué hay en el vacío?
Abrir los ojos en la mañana es un milagro, siento que soy un desagradecido cuando espero que las cosas sean fáciles.
Todos los días es el día de la marmota. El universo no me debe nada.