El problema del límite superior es una teoría presentada por Gay Hendricks en su libro Tu gran salto (The big leap).
Dice que nuestra capacidad para tolerar la abundancia, el amor o la felicidad tiene un límite, y que una vez superado, nos autosaboteamos para volver al estado habitual.
Habla también de la zona de excelencia, donde a pesar de saber cómo funcionar bien y obtener grandes resultados sin mayor esfuerzo, llega un punto en el que nos sentimos insatisfechos, alimentamos principalmente a los demás pero no a nosotros mismos, no expandimos nuestro límite superior.
«Todos somos genios. Pero si juzgas a un pez por su habilidad para trepar árboles, vivirá toda su vida pensando que es inútil»
—Albert Einstein
Una vez que nos liberamos del problema del límite superior y decidimos salir de la zona de excelencia, nos espera la zona de genio, que Hendricks define como una espiral en la que ascendemos continuamente a medida que expandimos nuestra capacidad de manejar mayor abundancia.
Cuando vivimos en la zona de genio somos agentes libres «listos para responder a las infinitas posibilidades del momento presente» y decimos que sí, únicamente a lo que está alineado con nuestro propósito más alto.
Esta técnica es lo que él llama el No iluminado, consiste en descartar todo lo que va en contra de nuestra zona de genio.
De vez en cuando se me presentan oportunidades que pueden ser favorables en muchos aspectos, pero que entran en conflicto con mi propósito y me alejarían de mi zona de genio.
En estos casos, cosas como el dinero, la aprobación o el confort pueden ser una distracción. Teniendo claro hacia dónde voy, es mucho más fácil decir que no y seguir adelante.
A diferencia de otras decisiones, el No iluminado no surge del miedo, sino del amor al propósito.
En la zona de genio protegemos nuestro potencial y aportamos al mundo lo mejor que tenemos.