¿En qué carrera te anotaste?

Hay dos formas de correr una maratón, una es competir con los demás, el que llega antes gana.

La otra es competir con uno mismo, para eso, lo único que hay que hacer, que no quiere decir que sea fácil, es mejorar tu propio tiempo.

La primera vez, llegar a la meta o incluso intentarlo, se puede considerar como una victoria personal. Dar lo mejor siempre es más que suficiente.

El problema es correr una maratón como si fueran 100 m llanos, imposible llegar a la meta, mucho menos ganar.

Los objetivos más importantes, los que requieren una visión de largo plazo, se parecen a una maratón. Para llegar a la meta, hay que regular la velocidad, manejar bien las expectativas y disfrutar los entrenamientos.

Madre del movimiento por la libertad

El 1 de diciembre de 1955, Rosa Parks encendió la chispa del movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos, cuando fue arrestada por negarse a ceder su asiento a un pasajero blanco que viajaba en el mismo bus.

Cómo empezar a invertir

Warren Buffett es uno de los inversores más exitosos de la historia.

En una entrevista para Yahoo Finance dijo:

«Por lejos la mejor inversión que puedes hacer es en ti mismo […] si inviertes en ti nadie te lo puede quitar».

Me encantan este tipo de consejos, es un principio básico para la vida.

Creo que aprender a invertir tiempo y dinero en uno mismo es la mejor forma de empezar a entender las inversiones.

Sin duda la educación es la mejor inversión. Puede ser un curso o carrera universitaria pero no tiene por qué, el tiempo invertido en ganar experiencia o el aprendizaje autodidacta también es educación.

La relación entre la inversión y el retorno que se obtiene de un buen libro es insuperable. Algunos de los mejores libros que he leído fueron prestados o me costaron casi nada.

No es cierto que hay que ser millonario para empezar a invertir.

La libertad
Epicteto
«Soy libre y por eso estoy perdido».
―Franz Kafka

Ser libre es como ser profesional, tener el título es una cosa, el tema es ejercer.

«La libertad es la única meta digna en la vida. Se gana ignorando las cosas que están fuera de nuestro control».
—Epicteto

Antes de exigir más libertad quiero aprender a ser libre.

Nos encadenamos a lo que nos limita.

Por temor a dar un salto de fe y aventurarnos a navegar en el mar de la libertad.

1 de marzo

Este es un mes cargado de nostalgia.

Tengo impreso en la memoria algo que yo llamo clima de marzo, que no es solo el clima, también son los olores, el movimiento en la ciudad, la hora a la que atardece…

No puedo evitar asociarlo con el comienzo de clases, el clima de marzo me transporta instantáneamente a eso, sobre todo a la escuela.

Es una mezcla de sentimientos, por un lado recuerdos lindos que quedaron grabados, y por el otro saber que esos momentos que tanto disfruté son únicos e irrepetibles.

Para mi el año empieza en marzo, es como si mi niño interior quisiera seguir jugando y disfrutando el verano, pero también, aunque sea un poquito, sintiera entusiasmo y ganas de volver a la escuela.

Igual que año nuevo o el lunes, es una nueva oportunidad de hacer las cosas mejor, de volver a empezar.

Tengo otras nostalgias a lo largo del año, pero esta es diferente, no sé por qué.

En fin, creo que es bueno recordar de dónde venimos.

Escribir no es fácil

Me alegra saber que no estoy solo.

Jerry Seinfeld:

«Es lo mas difícil del mundo […] la gente dice que escribas como si pudieras hacerlo […] nadie puede hacerlo, es imposible»

Marcelo di Marco:

«Expresarnos por escrito es una de las actividades más difíciles, fascinantes y perturbadoras que hayamos podido inventar. Aparecimos en este mundo hace un par de millones de años, pero venimos escribiendo desde apenas cinco milenios. Lo cual significa que todavía nos queda mucho por aprender al respecto.»

Stephen King:

«Los narradores no tenemos una idea muy clara de lo que hacemos. Cuando es bueno no suelen saber por qué y cuando es malo, tampoco.»
Camino solitario

Por momentos la soledad puede ser parte del camino en tu evolución personal, sobre todo en los momentos de mayor cambio.

No todos tus amigos, quizás ni siquiera tu familia entienda. Desde afuera, lo único que se ve es una transformación radical, casi como si una persona lentamente dejara de existir y comenzara a surgir otra.

Nadie ve los motivos, el propósito, la fuerza interior que te impulsa hacia algo nuevo y mejor.

El cambio personal es un viaje largo y difícil, todo lo que puedas dejar te facilitará mucho la tarea.

Las ideas y los miedos pesan.

Cuando tus seres queridos no te acompañen, no abandones tu misión. Si ellos no aceptan que te vayas, vas a tener que aceptar que se queden.

El viaje puede ser solitario al principio, pero vale la pena.

Siempre habrá menos gente donde es más difícil llegar.

Creando espacio
“Entre el estímulo y la respuesta hay un espacio. En ese espacio está nuestro poder de elegir nuestra respuesta. En nuestra respuesta está nuestro crecimiento y nuestra libertad”.

Viktor Frankl
Yo, humano

La inteligencia artificial como cualquier otra herramienta, fue creada para hacer lo que nosotros no podemos o no queremos hacer.

El miedo a ser “reemplazado” por una máquina no es nuevo, con cada nueva tecnología las reglas del juego cambian, las máquinas son cada vez más capaces.

Oficios, puestos de trabajo e industrias enteras quedan obsoletas, dejan de existir y dan paso a nuevas formas de producir.

Cuando esto sucede, naturalmente surge la pregunta, ¿Que van a hacer las personas que quedaron sin trabajo “por culpa” de la IA?

Hay dos opciones (en realidad una):

  • Adaptarse: Ya sea dedicarse a otra cosa, idealmente algo que un robot nunca va a poder hacer, o entender cuál es nuestro nuevo rol.
  • No adaptarse, quejarse, preferir que la sociedad se congele con tal de evitar el cambio.

Cuando la IA nos supera

No importa que hagamos siempre va a haber alguien, o algo, que lo haga mejor.

Nunca elegimos el trabajo de alguien porque es el mejor, si no por el toque humano único que ese trabajo tiene. Mejor no es otra cosa que algo o alguien que cumple con un montón de parámetros subjetivos. Quien define los parámetros, define que es mejor.

En muchos casos no es suficiente que un robot sea mejor que nosotros para que nos reemplace, a menudo la ventaja está en ser diferente, no mejor.

El arte y la inteligencia artificial

DALL·E 2 tiene la capacidad de hacer algo increíble, genera una imagen nueva, única, a partir de una descripción textual, por ejemplo pintura de un alquimista en el laboratorio.

¿Es arte lo que hace DALL·E 2? Para mi no, por lo menos no en el sentido purista del arte.

Al igual que las personas, aprende imitando lo que hicieron otros. La diferencia es que, por lo menos hasta ahora, no puede ver más allá, está limitado a combinar lo que ya existe pero no agrega nada nuevo, porque no tiene personalidad, ni preferencias más que las órdenes que recibe.

Eso no significa que no tenga valor, sin duda que lo tiene, para alguien que no le interesa el arte, o no quiere esperar, o no quiere pagar a un diseñador, DALL·E 2 es una buena opción.

Podemos usar la IA de tres modos:

  • Ignorarla completamente y seguir haciendo las cosas como hasta ahora.
  • Modo asistido, osea, utilizarla para ayudarnos a encontrar ideas, inspiración, acelerar tareas tediosas y repetitivas, etc.
  • Y automatizar completamente, delegar a la tecnología y supervisar lo mínimo necesario.

Cual de las tres opciones es mejor depende de cada contexto.

«Cuando los estudiantes hacen trampa en los exámenes es porque nuestro sistema escolar valora las calificaciones más de lo que los estudiantes valoran el aprendizaje.»

Neil deGrasse Tyson

La buena noticia

Creo que el miedo a ser desplazado por la IA proviene de no entender cuál es nuestro rol. No es ser mejores, ni más rápidos, ni más fuertes. Avanzamos la tecnología, entre otras cosas, para ser más eficientes y tener tiempo para lo que realmente vale la pena.

Hoy es más importante que nunca ser humanos.

No solo es la única opción que nos queda, sino que es la mejor estrategia. Es la única forma de hacer algo imposible de copiar, de estar un paso adelante, de ver lo que nadie ve y de crear algo único.

Leyes de Asimov

Isaac Asimov, 1942:

  1. Un robot no hará daño a un ser humano, ni por inacción permitirá que un ser humano sufra daño.
  2. Un robot debe cumplir las órdenes dadas por los seres humanos, a excepción de aquellas que entren en conflicto con la primera ley.
  3. Un robot debe proteger su propia existencia en la medida en que esta protección no entre en conflicto con la primera o con la segunda ley.

Ley cero. Un robot no puede dañar a la humanidad o, por inacción, permitir que la humanidad sufra daños.